martes, 20 de agosto de 2013

Día 6: 1 de Agosto 2013

Hoy, turno de 8:00 a 10:00. Después de eso, fue simplemente, un día de tonterías. Estuvimos más o menos todo el día (a veces descansábamos de las tonterías y trabajábamos), enseñando habilidades raras, Txema bailando el Waka Waka y tocando su flauta travesera, Toño dando un susto de muerte a Enrico, todos picando quelitas, queso y verduras, comiendo revueltos de setas con tomates y barras de pan, y luego, por la tarde, tocó de nuevo nuestro turno. De 18:00 a 20:00. Y entonces detectamos dos cachalotes. Vimos una tortuga muerta flotando por el agua, siendo llevada por las olas, y luego vimos a uno de los cachalotes, que de repente se sumergió. Todos comentando: "¿Qué? ¿Ya está?" "¡Pero si no ha enseñando mucho la cola, qué raro!". Todos apagando cámaras (incluido yo), y todos empezando a girarse (yo no), por lo que Txema dice "seguid mirando, que va a salir, seguid mirando". Yo, seguí mirando, y de repente: ¡PUFF, SPLASH!. El cachalote había saltado, y sólo lo habíamos visto Txema y yo. ¡Y que pasada! La pena es que no tenía la cámara encendida (más que nada porque me quedaba un 2% de batería). Os diría como de feliz fui en ese momento, pero no puedo, porque no sé como describirlo, pero puedo decir, que no paraba de sonreír.
Luego, lo volvimos a perder de vista, pero vimos al otro muuuucho más lejos. Y volvió a salir el primero. Estaba bastante cerca. Era enorme. Y parece un tronco en el agua (aunque en ese momento me pareció que tenía la forma de un bate de baseball, lo sé, es muy raro). Luego se juntaron e hicieron 2 saltos más, pero mucho más lejos, no se veían tan bien como el que había visto justo antes. Después se durmieron, y nosotros nos fuimos de allí, con dirección a Cabrera. Por la noche nos pusimos a cantar canciones. A continuación me fui a dormir porque nos tocaba turno de 4:00 a 6:00. Y de verdad: no sé cómo pude dormir esa noche, porque, bueno, mejor lo explico.
Todos duermen en camas dobles, menos María y yo que dormimos en literas. Y esa noche fuimos a vela. Estábamos escorando BASTANTE y no había barreras en las camas :S (y encima, yo dormía en la de arriba). Observé la situación: tengo una estantería casi tocando la cama, tengo mí cojín y el cojín del barco, tengo una sábana, y un colchón. Así que después de pensar cómo hacerlo, subí a la cama, metí con dificultad las dos rodillas (una encima de otra) entre la cama y la estantería, una mano debajo del colchón y una mano debajo de mi cojín. Al día siguiente, me desperté con el cojín del barco y la sábana en el suelo, pero mi cojín y yo, habíamos conseguido aguantar sobre la cama, y ahora tocaba turno.

 Toño durmiendo
Un cabo.
 Diego haciendo la escucha.
 Toño y Txema subidos a la botavara.
Enrico relajado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario